jueves, 30 de agosto de 2007

2da parte


Ella era de las que suavizaban el lienzo del crepúsculo, como tener un cuadro de Renoir en el balcón de mi casa, pero tan de carne, tan humana, tan de sentidos y extremidades; bueno, yo no puedo exteriorizar bien mis pensamientos, soy tartamudo de expresión, tan igual a ella que me sentía absolutamente en bonanza; había encontrado un uso en aquella dama de recuadro.

Entre 6 y 7 de la noche era hora de fantasmas; mis padres, ya pasados los 50 estíos, seguían recogiendo del colegio a la hija de mi hermana, ya que Rocío, tan buena madre, estaba de vacaciones en alguna parte del este de Europa, quizás con libro de traducción en mano para poder comprender esas lenguas tan ajenas al mundo occidental. De cualquier forma entendía a los viejos, ya que así, yo viviendo aún con ellos, trabajaba y no podía complacer sus necesidades de distracción; pero ya eran 6:45 y no sabía que semblante imprimirían en sus rostros al ver a la mujer de cabellos blancos posando sus retinas sobre el paisaje, el cual era exclusivamente inherente a mi madre.




Efectívamente, como si esa mujer de aparentes 80 años fuera mi mujer; la que sufrió al sentirme nacer, sorprendida por esa repentina escena, entró en lágrimas interminables, mientras mi padre, con cara de resentimiento hacía mi, la consolaba; la niña observaba tímida y curiosamente a la anciana y a todo éste acto de sollozos infinitos; seguídamente me preguntó si yo había conseguido mamá nueva, a lo cual, por sofoco ignoré, entendiendo su inocencia pueril.




En ese instante eterno reflexioné, tal vez apresuradamente, que era hora de formar una nueva familia, derrepente no como mis padres hayan querido, con una esposa apretándome las manos.¡Carajo, total ya era grandesito para formar mi propio núcleo! ¡Y esa viejita distraía mis sentidos!. Entendí que era carroña para leones en esa casa, no tenía ningun propósito prolongar mi estadía, que había durado ya más de 25 años...Era tiempo de seguir, y no había marcha atrás.



continuará...



¬¬//*sA*//¬¬

miércoles, 29 de agosto de 2007

....

Desperté con ganas de fingir,
de fingir sangre en mi retína,
de ver amigos a lo lejos
y perderlos en la lejanía.



Ganas de abrigarme en frío ,
de extraer muertos
que creía aún cálidos,
tarde me di cuenta del verano,
de las arrugas de tu manos...
...De ellas ya aprendí
a surcar oceanos
envueltos en maraña.


Ganas no me faltan de vivir,
en venta dejo mi cuerpo
al viento que me depara
la soledad, y ante los que
quieren respirar, me señalan
y miran absortos el lazo en el cuello
del cuerpo que dejó de ser yo.

...




Trotamundos, pecaste de pericias
de saludos que escondes cuando
diambula tu acera...
...Sollozos se escuchan en el vacío,
en el vacío en los que
quedan flotando sus objeciones,
tan permanentes como ruegos
que en suplicio llueven sobre
tu vereda.


Dos pasos hacia el abismo,
tú trotamundos,
que caminaste sin girar,
ni de lloriqueos ni de
sendas te olvidas;
dos últimos pasos hacia el abismo,
dos nada más...










domingo, 26 de agosto de 2007

parte 1


Ella nació del vientre agonizante; ya hace tantos ocasos, que no se pueden contar ni a dedos de los pies. Era nube que recogí del sendero, sus pupilas color blanco eran como dulces que burlaban mi paladar y sus cabellos acromáticos traducían su sabiduría.

En esta época del año, Lima nos llena de su hermoso aroma de humedad y ese frío que hace tan excitante desnudarse, pero al ver su piel como si estuviera en día de sepulcro, me di cuenta que no todos compartían mis ideas (el frío puede ser tan cruel para algunos). Aquella viejecilla, de color morado por el soplido de Lima, hizo despertar en mí sentimientos que uno sabe que tiene, pero que no llegan a ti sino es por una chispa adecuada. Traté de hablar de la forma mas coloquial, pero los únicos sonidos que escuchaba eran los de tres dientes chocándose entre sí, eso me hizo pensar cruelmente que tal vez de tanto chocar sus dientes por el frío se habían caído poco a poco.¿Pero que tonterías hablo? me dije golpeándome fuertemente por pertenecer a esta generación tan insensible.

Logré convencerla que me acompañara a un lugar más cálido, tal vez una taza de chocolate la haría reproducir algunos sonidos, pero aunque notaba la felicidad encarnada en esa sonrisa partida por tres dientes, ella solo atinaba a eso, solo a sonreírle a la taza de chocolate que se encontraba entre sus manos; eso igual me generaba alegría, aunque me sentía egoísta a la vez, por generar una satisfacción en mi a cambio de ayudar a alguien... ¡que importa! ¡Era feliz!




continuará =)



¬¬//*sA*//¬¬

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